lunes, 25 de febrero de 2008

De Madrid al cielo



Tengo una amiga de toda la vida que su padre, natural de Madrid, solía repetir muy a menudo es famosa frase de postal, pegatina ó taza de souvenir..."De Madrid al cielo". Para mí razón no le faltaba en absoluto. Visitarla siempre es un subidón y es la perfecta ciudad para olvidarte de todas las cosas que te puedan rondar por la cabeza con forma de preocupación.
Perfectamente ubicado, el barrio de Chueca, al que hoy dedico este post, durante la mañana nos deja ver lo tranquilo que es durante el día, y lo animado que llega a ser por la noche. Cada uno va a su rollo, uno lee el periódico, otros disfrutan de un café, una caña o te comes un sandwich vegetal en el bar de la esquina con aire "almodovoriano". Es la zona perfecta para llevarte lo último a tu ciudad de origen, comer en un restaurante de diseño, tomar cañas en un "barucho" y recorrer sus calles llenas de aire de resurgimiento te da cierta sensación de libertad.
Por la noche y sobre todo en verano árdua tarea el encontrar una mesa o una silla en la que sentarte y dificilmente encuentras un local en el que caminar no se convierta en una misión imposible.
De los pocos barrios en el que encuentras en el mismo bar a un obrero de la construcción, a Doña María que ha vivido en el barrio más de 70 años,una pareja de lesbianas, a un transexual, emigrantes, turistas y abogados, arquitectos y diseñadores que se desplazan de oficinas cercanas.
Ciertamente el eje de la modernidad madrileña.

Madrid, Madrid, Madrid...

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